ESPIROMETRÍA, FORZADA, SIMPLE Y RESPUESTA A BRONCODILATADOR Y FLUJOMETRÍA

Espirometría






1. Espirometría simple: Prueba funcional que mide flujos y volúmenes, de elección en el estudio de enfermedades de la vía aérea. Es un método estandarizado con tablas de referencia tanto en diagnóstico y clasificación de gravedad. Además es de utilidad para: seguimiento de la enfermedad, y pronóstico. Técnicamente sencilla y reproducible. 

2.Prueba de reversibilidad o respuesta a broncodilatador: Esta prueba se realiza con el propósito de evaluar si la obstrucción al flujo aéreo es reversible a la administración de broncodilatadores inhalados. El paciente no debe haber inhalado broncodilatadores seis horas previas al estudio. Al haber finalizado una espirometría basal se aplica el broncodilatador de acción corta y luego de 10 a 15 minutos se repite la espirometría valorándose el grado de cambio de los flujos y volúmenes. Cuando el cambio en el volumen espiratorio forzado en el primer segundo es mayor del 12% y más de 200 ml en relación al valor inicial se considera la prueba positiva por reversibilidad a broncodilatador. Es de utilidad en diferenciar asma bronquial de enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

3. Espirometría lenta: en personas que no pueden realizar esfuerzos respiratorios de intensidad que son requeridos en una espirometría forzada o que por alguna razón el esfuerzo respiratorio forzado puede ser contraproducente se realiza un esfuerzo exhalatorio lento. También se compara con tablas de referencia y puede dar información acerca del estado funcional respiratorio.

4. Flujometria: es una prueba rápida para determinar el estado funcional de la vía aérea, se mide el flujo espiratorio máximo. El flujómetro consiste en un sistema de pistón o de aspa que se mueve al aplicar un flujo de aire durante una maniobra de espiración forzada. Una vez que se alcanza el máximo un indicador fija el resultado en una escala de litros por minuto. Según el esfuerzo realizado presenta un indicador visual del nivel alcanzado. Este indicador esta facilitado por marcas de colores, así el color verde indica controlado, amarillo en alerta y rojo no controlado de acuerdo a valores predichos. Ha sido una herramienta de utilidad en el seguimiento ambulatorio en personas que padecen asma bronquial, ya que como indicador ayuda a tomar decisiones prontas antes del agravamiento de la enfermedad. Sin embargo es menos reproducible que la espirometría.